Aisha Murabak
Joseph se levantó de la cama en la que estábamos y bailó claqué. Yo no entendía nada de aquellos movimientos.
"Chica, te has acostado con ese hombre maravilloso, no me lo puedo creer", se puso la mano en la frente y fingió un desmayo cayendo en el sillón del dormitorio....