- Lamento lo que hice hoy en la compañía –
- No tienes que lamentarlo… De hecho, me cambiaste el humor, tuve una reunión difícil antes de que llegaras… Esos viejos tercos… -
- Tuviste una tarde complicada… Déjame prepararte algo para animarte –
- ¿Qué cosa? –
- Mi madre solía hacer...