Cuando las horas pasaron finalmente un doctor hizo presencia tras esa enorme puerta. Corrimos hasta él y quedamos allí, aferrandonos a una buena y no mala noticia.
—¿Cómo están, chicos? Respiren un poco. Todo está bien.—Dijo rápidamente.—Penélope debe ser ella, Bella no deja de hablar allí dentro sobre su nacimiento. Ella...