Por Valeria
Se acercaron Omar y Alejandro.
-Mucho brindis por acá ¿Por qué brindaron?
Pregunta Omar.
-Por nosotras.
Contesta Susana, guiñandole un ojo.
Nos reímos cómplices.
Yo no miro a Alejandro.
Trato de ignorarlo.
Se sentaron los dos en nuestra mesa.
Susana y Mariana con discreción, nos dejaron solos.
-Vale, mañana por la noche cenamos en la casa de mi padre...