Por Alejandro
Nos sentamos en los sillones, eran 5 horas hasta la próxima parada.
Busco unos documentos en mi notebook para seguir con el tema y cuando la miro estaba completamente dormida, nuevamente le pido una frazada a la azafata, no la quiero despertar, me encanta verla dormir, es muy angelical.
Me quedé...