Farh no podía creer la imagen frente a ella, Carlo dormido sobre el escritorio, y al lado de él, varias botellas de licor se encontraban vacías.
—Carlo, ¿Estás bien?
La chica intentaba despertarlo, pero sin obtener resultado.
—Podrías llevarlo a la habitación, porque llevarlo hasta su auto será imposible en ese estado —dijo...