Antes de que los guardias se llevarán a Lyna, la pelirroja se lanzó a los pies de Ahmed, abrazándolo con fuerza, suplicando.
—No, Ahmed, no puedes repudiarme, perderé todo, quedará en la calle.
—No puedo pasar por alto lo que has hecho, fueron años de sufrimiento en los que mi vida fue...