REPRESALIA-6
Ante la pérdida de sus armas, Lupita se retiró rápidamente antes de que Gabriel pudiera lanzar otro golpe.
—¿De verdad creíste que una simple espada podría detener una bendecida por Dios? —preguntó Gabriel.
—Tienes un punto —respondió Lupita, invocando su guadaña.
—Eso tampoco te servirá, demonio. Hoy te cortaré aquí mismo para librar...