La Vida en la Manada-01
Perspectiva de Verónica
¡Paf! Un golpe en la mejilla me sacó del sueño; sentí mi rostro comenzar a hincharse y supe que la marca de la mano sería visible. Miré hacia arriba para ver quién había venido esta vez a desquitarse con el saco de boxeo humano, solo para encontrar a mi querida hermana Chiquita, a quien en mi mente llamaba la "zorra". No me atrevería a decirlo en voz alta, pues eso significaría un castigo que mi cuerpo no podría soportar.
Tenía una expresión de asco mientras gritaba:
—¡Levántate y ve a prepararnos el desayuno antes de que mamá despierte y decida desollarté viva! —y salió de mi habitación, que en realidad era el garage, dando un portazo.
Me levanté rápidamente y corrí al baño. Tomé una ducha de cinco minutos, ya que era todo el tiempo que tenía, y me cambié a una camiseta sin mangas y unos jeans holgados, además de mi suéter desgastado. Finalmente, corrí a la cocina para preparar el desayuno, atendiendo la advertencia que Chiquita tan 'amablemente' me había dado.
Oh, cómo fui de grosera. Ni siquiera me había presentado.
Me llamo Verónica Jorges, y esta es la historia de cómo me convertí en la princesa del infierno. Tengo cabello negro azabache y ojos azules profundos. Soy humana, lo que básicamente me convierte en una decepción para mis padres, ya que todos en mi familia son lobos de sangre pura.
Cuando cumplí doce años, se suponía que debía transformarme como todos los demás lobos, pero no lo hice, y más tarde se descubrió que no tenía un lobo, lo que me convirtió en la rara de la manada, ocupando el rango más bajo porque era más débil que un humano. Desde entonces, me convertí en la esclava de la manada, lo más bajo de lo bajo.
Bueno, no es exactamente una manada, ya que no solo somos lobos, y no tenemos un alfa. Incluye personas de todas las especies; es como una gran alianza, aunque seguimos siendo conocidos como la manada híbrida. Según la historia, nuestra manada fue creada cuando todos los líderes de las especies de nuestro grupo se unieron para luchar contra un gran mal que asolaba la tierra hace mucho tiempo, y desde entonces, la alianza ha sido una manada. También se unieron para ayudar a detener a Lucifer cuando se desató hace 16 años por razones desconocidas.
¿He mencionado quién es Lucifer? Es el hombre más temido de la tierra, que ni siquiera parpadea al matar a alguien. Pero recibió su castigo; perdió a su amada y a su hijo no nacido durante la guerra. Esa podría ser la razón por la que se desató. En fin, eso está muy lejos de mí. Solo soy una pobre chica, una humana normal en una familia de lobos.
Volviendo al tema, no tenemos un alfa, pero sí un líder, el arcángel Gabriel. Sin embargo, nos dejó bajo la supervisión de su hijo Florencio hace cuatro años. Han sido los peores años de mi vida. Florencio es el mayor idiota que conozco y también mi tormento número uno. Usó su posición para convertir mi vida en un infierno, y todos los demás siguieron su ejemplo. Así que no tener un lobo no era mi único defecto. También me miraban con desdén por el color de mi piel. Tengo la piel de color chocolate oscuro, que encuentro absolutamente hermosa, aunque está llena de cicatrices. Aunque todos los demás lo ven como un defecto, en realidad es lo más bonito de mí.
No tenía idea de por qué estas personas me odiaban tanto. No había hecho nada para merecerlo, pero todos se volvieron en mi contra desde que cumplí doce años. Las únicas personas que fueron amables conmigo y me defendieron fueron mi hermano mayor y mi mejor amigo, Sébastian.
Sébastian siempre se asegura de que coma algo, incluso cuando mamá les dice que no me den nada, y me consigue ropa cuando la mía se vuelve insoportable. Siempre me protege cuando ve a alguien intentando hacerme daño.
Está Imelda, que es también hija del arcángel Gabriel y de la jefa bruja Diana. A pesar de ser la hija del arcángel, es muy simpática. En la escuela secundaria, se convirtió en mi amiga cuando convirtió a un chico en un ratón y lo dejó colgando de su cola durante todo un día porque intencionalmente me empujó y pisó mis apuntes. Así que ella es un híbrido de ángel y bruja.
Luego está Acuaria. Es una chica de carácter fuerte y sin rodeos, como lo demuestra su alboroto de cabello rojo. Es una sirena y también la hija del rey Adán, quien gobierna los mares. Hemos sido amigas desde que teníamos cinco años.
Después está Roberta. Es una vampira original, y su coven reside en Sevilla, donde su padre es el líder del clan. Es una cocinera excepcional, especialmente con recetas del sur, además su acento es muy divertido. Es una persona muy paciente, pero es casi imposible calmarla una vez que se enoja. Envío mis oraciones a su pareja si alguna vez la enfada, jaja.
Luego está Angélica, o Lica, como la llamamos. Es una pequeña hada adorable que es simplemente encantadora. No creo que haya una persona en este mundo que pueda no gustarle. Te juro que no hay un mal en esa chica. Es calmada y siempre le gusta ver el lado positivo de las cosas; también es la próxima heredera al trono del reino de las hadas.
Y finalmente, Borja. Es lo que se llama un mujeriego. Admito que es realmente un rompecorazones con su cabello rubio y sus ojos verdes esmeralda; tiene hoyuelos que harían que incluso una lesbiana se derritiera por él. Además, ser hijo de Zeus tiene sus ventajas. Su madre es humana, pero no te dejes engañar; te pateará el trasero si te metes con ella.
Así que esa es básicamente toda la gente en mi vida que realmente se preocupa por mí. Ahora, volviendo a lo que estaba diciendo.
Puse la mesa y mezclé la masa para la última tanda de panqueques que estaba a punto de preparar. Escuché que mis padres se habían despertado, así que me apresuré a terminar, sin querer enfrentar su ira si bajaban y el desayuno no estaba listo.
Terminé rápidamente los panqueques y limpié la cocina antes de que pudieran llegar a las escaleras. Al colocar el vaso lleno de jugo de naranja en la mesa, Sébastian entró en la cocina, seguido de Chiquita y luego nuestros padres.
—Hola, hermanita —me saludó dándome un beso en la frente.
Al mirar la mesa, frunció el ceño al ver que solo había colocado cuatro sillas en lugar de cinco.
—Vero, ¿qué te dije sobre excluirte de la mesa cuando es hora de comer? Aquí, siéntate en mi silla mientras voy a buscar otra —me dijo, llevándome hacia su silla.
Al ver la mirada de desprecio que mis padres me lanzaban, le dije:
—Está bien, Seb, no tengo hambre. Además, tengo que ir a la escuela temprano para entregar mis últimas tareas al Sr. Gabaldón antes de clase, ya sabes cómo es.
Me miró escéptico y me dio la mirada de "no te creo, pero lo dejaré pasar por ahora".
—Está bien, pero si vas, al menos agarra algo de fruta primero y un cartón de jugo antes de salir. No desayunar no es saludable, y recuerda que te recogeré después de la escuela, ¿de acuerdo?
Asentí mientras tomaba dos manzanas y un pequeño cartón de jugo de naranja, luego agarré mi mochila y me dirigí a la escuela. Podía ver que a mamá no le gustaba que tomara desayuno, por la forma en que me miraba mientras tomaba las manzanas, pero también sabía que Seb no se detendría hasta que comiera algo, así que ignoré sus miradas mortales y tomé la fruta de todos modos.
Mientras caminaba hacia la escuela con mis auriculares puestos, de repente escuché un bocinazo.
Y lo siguiente que supe, ¡estaba empapada de agua sucia!
¡Oh, mierda! Giré la cabeza con miradas de muerte. ¿Quién es esta vez?