Entrenamiento-02
Punto de Vista Desconocido
¡MALDITA SEA!
Me llevé la mano a la cara.
No quería herir sus sentimientos ni hacerla llorar. Fue un golpe bajo y estúpido.
—Eres un imbécil —dijo Orias, mi dragón.
—No quise hacerle daño. Pensé que la haría enojar, no llorar —me defendí.
—¿Y te preguntas por qué a nadie le caes...