Aseguramiento-01
Punto de vista de Ambroio
Toc, toc, toc.
—Adelante.
Abrí las pesadas puertas de madera y entré en la oficina. Él levantó la vista al verme y una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro.
—Ambrocio, justo a tiempo. Estaba a punto de llamarte.
—Buen día, su alteza —dije, haciendo una reverencia.
—Toma asiento —me indicó,...