—Hiciste bien, pequeña. No hubiera habido alguna manera de evitar esos golpes, el jefe estaba demasiado molesto, tú no tienes la culpa.
—¿Por qué no me lo advertiste? —le pregunta ella un tanto enojada al darse cuenta que Pablo sabía lo que le esperaba en esa oficina
—Pensé que sería mejor para...