Cristina fue la encargada de despertar a Amanda, parecía tener prisa ya que no fue en lo absoluto delicada, la estaba zarandeando por los hombros cuando sus ojos se abrieron.
—Elena, despierta de una vez.
—¿Qué pasa?
—Alejo estará aquí en veinte minutos y ha pedido verte, tienes que alistarte ¡Ya!
Ahí está, Pablo...