Amanda está sentada cuidando de la bebé. Tocan a la puerta, Pablo entra y se acerca a ella. Observa con ternura a la pequeña Emma, quien ya quiere balbucear y lo mira con sus grandes ojos y largas pestañas.
—¡Es hermosa! ¿No crees? —comenta ella.
—Todos los niños lo son. Tienen lo...