A la mañana siguiente, mi madre se levantó temprano y fue al mercado a comprar cosas.
Como solía comprar mangos, al llegar, el vendedor le recomendó con entusiasmo los mangos recién llegados, diciendo que eran grandes y frescos. “Te aseguro que a tu hija le encantarán.”
Mi madre, con una expresión desconcertada,...