-Vamos, Tamara, despierta por favor – escuché su voz ¿estaba soñando? – si puedes oírme abre esos lindos ojos que tienes.
Todo se sentía muy confuso ¿dónde estaba? ¿Por qué podía escuchar su voz?, con mucha dificultad abrí los ojos poco a poco.
-¿Amo? ¿Dónde estamos?
-te desmayaste, estamos en la clínica.
-no entiendo…...