Chapter 3 fantasias

Carolina chibiusa 1.5k words

Estaba amarrada a una cruz de san Andrés, mi cara hacia la cruz por lo que no podía ver lo que estaba pasando detrás de mí pero, lo que sí sabía, es que habían muchas personas mirándome todos Dominantes, sumisos/as o switch, estaba completamente desnuda lo cual me daba un poco de vergüenza pero a la vez se sentía bien percibir todas esas miradas sobre mí, alguien acarició mi cabello y una voz masculina susurro en mi oído:

-¿Estás lista para tu debut, pequeña?

-si, mi Amo – respondí, él tiró de mi cabello y me besó, ese simple gesto me puso a mil, lo deseaba, lo deseaba con desesperación.

Empezó a acariciarme con el flogger, el cuero se sentía suave y electrizante contra mi piel “cuenta, perra” ordenó antes de pegar el primer azote.

-1.. 2.. 3.. Aamm… 4… 5… mmm… 6… 7… 8… mmm… 9… 10 – conté, se detuvo un momento, acarició mi trasero. Se acercó más a mi.

-¿cómo te sientes? – susurro en mi oído.

-Me siento excelente mi Amo, muy caliente y deseosa de Ud – respondí.

-Bien, iremos un poco más duro, recuerda que cualquier cosa puedes utilizar tu palabra de seguridad – me dijo al oído.

-si mi Amo – respondí pero deseaba no tener que usarla, quería complacerlo por completo, quería que tomara toda mi entrega.

-cuenta - volvió a decir.

-1 ahh – esta vez los azotes eran mucho más fuertes – 2.. 3.. Ahh… 4… ahh – con cada uno se sentía un ardor extraño, no podía descifrar lo que sentía, nunca había sentido algo así, por primera vez en mucho tiempo no tenía el control de la situación, pensé que eso me angustiaría pero en realidad era muy liberador – 10 ahh… 11… 15 ahh… 20 ammm… 25… 26 ahh… 30… 50 ahhh.

Se detuvo, me acarició, sentí que todo mi cuerpo temblaba sin saber porque, él siguió acariciándome, me besó y empezó a masturbarme con sus gruesos dedos mientras yo le daba las gracias. Siguió cada vez más rápido hasta que alcancé el primer orgasmo pero no se detuvo, quería más y, a decir verdad, yo también.

De pronto sonó un pito ensordecedor, era mi alarma, la apague y tape mi cabeza con las sábanas, no quería levantarme. El sueño me había dejado muy caliente, me pregunté si así sería como se sentía una sesión, me empecé a masturbar pensando en esa escena, la gente mirando, mi Amo azotándome al mismo tiempo que cuidaba de mí, llegue al orgasmo en unos cuantos minutos.

Recordé que era sábado, no tenía que trabajar, me enredé en las sabanas por unos 20 minutos más cuando sonó mi teléfono.

-Buenos días ¿hablo con la señorita Tamara Acosta? – preguntó una voz de mujer.

-si, con ella ¿quién habla? – respondí medio adormecida.

-Mi nombre es Camila rojas, soy periodista de la revista “negocios modernos” y quisiera saber si estaría disponible para una pequeña entrevista sobre el próximo lanzamiento de su producto.

Lo pensé, por un lado odiaba las entrevistas, además que me llamara un sábado en la mañana me ponía de mal humor, sin embargo sería bueno para el negocio, publicidad gratuita, no podía perder la oportunidad, por muy agotador que fuera, esta era la décima entrevista que me hacían en el último año.

-si, no hay problema – dije fingiendo algo de entusiasmo – el lunes en la tarde tengo algo de tiempo.

-Excelente, ¿le parece si la recogemos a las 5 para tráerla a nuestras oficinas?.

-si, no hay problema. Estaré en el café “coffe and me” ¿lo conoce?.

-si, lo ubico perfectamente, gracias por su tiempo señorita acosta – dijo a tono de despedida.

-no hay de qué, nos vemos – dije, corté y volví a dormirme.

Desperté como a la 1, me fumé un cigarro, luego tomé un vaso de jugo y me puse a ver televisión. Minutos después revisé el celular, tenía un mensaje de Devil Dom.

-buenos días preciosa – decía, lo había enviado hace 2 horas.

-buenos días, señor, disculpe pasé de largo durmiendo – escribí, el respondió enseguida. -está bien, trabajas muy duro, mereces un día de relax – dijo. Yo sonreí, de pronto mi sueño vino a la mente y me pregunté como hubiera sido si el dominante al que llamaba Amo fuera el.

-gracias señor – respondí, luego agregué - ¿le puedo hacer una pregunta?.

-claro, Tamara, la que quieras.

-si no he tenido experiencias con nadie, ¿Cómo sé si soy masoquista y que tanto lo soy?. -buena pregunta, creo que lo primero sería que te des cuenta de tus fantasías, luego que comiences a experimentar contigo misma, así como uno se masturba también puede auto torturarse e ir probando más cosas. – explico.

-ya veo… aunque no sabría por donde empezar, me gusta pero me da un poco de miedo intentarlo. – confesé y luego se me ocurrió una idea loca – Ud… ud podría – quede mirando la pantalla como por 5 minutos nerviosa por lo que iba a decir – ¿ud podría… enseñarme?... Confío mucho en Ud, creo que podría ser un buen guía, si le parece bien, claro.

Me quedé mirando la pantalla nerviosa, los segundos pasaban tan lentos que parecía que el tiempo se había detenido, después de un minuto eterno respondió.

-Yo encantado de guiarte en el camino del masoquismo, yo soy sádico así que creo que será una combinación interesante.

Sentí un escalofrío, si era sádico sentiría placer con mi dolor, creo que eso me haría disfrutarlo más.

-debo aclarar que solo seré tu guía, no tu Amo, a no ser que quieras lo contrario – escribió.

-si, señor, para mi esta muy bien que solo sea mi guía por ahora.

-necesitaremos cambiar nuestro acuerdo de no enviar fotos – dijo.

Eso me puso nerviosa, no quería que nadie me reconociera, incluso si era él.

-¿Por qué no lo podemos dejar así? – insistí.

-Necesito ver como reacciona tu cuerpo por lo que necesitamos tener más contacto físico ya sea por videollamada o en persona, la decisión es tuya Tamara, si quieres dar el paso, yo feliz, si no, lo entenderé.

Lo pensé… quizás si me ponía una peluca y una máscara pasaría más piola, además, el que me viera y la posibilidad de encontrarnos en persona me entusiasmaba mucho, aunque nunca lo admitiría. Tenía una peluca rosa de una fiesta de Halloween que podía usar. -si, creo que tiene razón, es hora de dar el siguiente paso, prefiero que sea en persona ya que no se si me atreva a hacerlo conmigo misma o si lo haga bien, pero usaré una peluca para verlo – respondí, no podía creer que estaba dando el siguiente paso, después de todo este tiempo logró traspasar la barrera que pongo ante todos.

-Me parece muy bien, la idea es que te sientas segura, ¿te parece que primero nos juntemos a conversar sobre lo que te gustaría probar?.

-si, creo que sería lo más apropiado antes de empezar a experimentarlo – contesté, luego agregué - ¿Cuándo podríamos vernos?.

-cuando tu quieras, hoy en la tarde, mañana, en la semana… -En la tarde, como a las 6 ¿le parece bien?.

-perfecto – escribió – ¿conoces el café “coffe and me”?

-si, está cerca de mi casa – contesté.

-perfecto, nos vemos ahí, iré de traje negro y corbata gris para que me reconozcas.

-Yo iré con una peluca rosada – dije.

Nos despedimos, abracé el teléfono nerviosa y emocionada al mismo tiempo, de pronto vi la hora, eran las 4 y no había comido nada, no tenía hambre, hice algo de comer solo por precaución para no marearme en la cita ¿era una cita? Nunca había tenido algo como eso, mejor llamémosle reunión. Hice unos tallarines con salsa, no fui capaz de comer más que la mitad del plato.

Hoy empezaba un nuevo capítulo en mi vida, desde hoy aprendería que tan placentero puede ser el dolor, si las fantasías que tengo son tan placenteras como las siento o si solo son un producto de mi imaginación, la gente vainilla no entiende que el dolor pueda producir placer, pero he leído muchas experiencias que dicen lo contrario… tendría que averiguarlo por mi misma, bueno, con un poco de ayuda.

Previous Next
You can use your left and right arrow keys to move to last or next episode.
  • Previous
  • Next
  • Table of contents