Narra Camilo.
Cuando desperté támara ya estaba despierta y al parecer no había dormido mucho.
-Buenos día bebe -la saludé.
-Buenos días Daddy, ¿cómo amaneció?
-Bien, ¿y tú, bebe? ¿Dormiste bien?
-La verdad… dormí re poco, pero bien.
-¿Y eso por qué?- pregunté extrañado.
-¿por qué será? Alguien me dijo que me diría algo y me quedé...