Lizzy White.
— ¿Jugamos?
Jamás creí que una palabra tan simple y que implicara tan poco fuera a parecerme la cosa más insinuante y malditamente tentadora de este mundo. Acompañada de ese tono de voz ronco y sexy del hombre enmascarado, debo reconocerlo se ha convertido en mi nueva palabra favorita.
La...