Kai Metzler.
Entro a mi amplia y minimalista oficina furioso, detrás de mí una nueva y apresurada asistente sigue mis pasos con nerviosismo, no estoy de humor para esto, esta maldita rueda de prensa tendría que habernos tomado máximo 30 minutos y gracias a esa odiosa y entrometida periodista estuvimos cerca...