-¿Estás bien? ¿Quién era esa mujer?- exclamó David saliendo del cuarto y acercándose a su amiga, quien se estaba sosteniendo de la mesita ratona para no caer al suelo.
-Llévame a la clínica- sentenció la pelirroja, apenas pudiendo respirar por el shock.
-¿Te hizo daño? Voy a llamar a la policía-
-No, llévame...