-¡Helenaaaa!- gritó Sebastián desgarrándose la garganta.
Katlyn observó desde el suelo con expresión de horror cómo Helena y Alan caían del balcón, quiso levantarse, pero el dolor la venció.
Sebastián corrió con todas sus fuerzas hacia el balcón, con sus lágrimas nublando sus ojos negros por la conmoción de seguramente haber perdido...