-Helena- habló Sebastián viniendo de los baños y parándose delante del escritorio de la mujer.
-¿Sí señor?
-Ven conmigo a mi oficina
“¿Y ahora que hice?” Se preguntó la joven mientras lo seguía por detrás.
-¿Qué necesita señor?
El CEO se apoyó contra su escritorio y se apretó el ceño con las manos...