El calor en la sala aumentaba con cada beso y jadeo de Loraine, mientras Lenox la devoraba. La tenía sobre la mesa, regando besos por su cuello y sus pechos desnudos, tras arrebatarle la blusa que nunca le gustó que llevara.
—Lenox...
—¿Qué ocurre? —se detuvo instintivamente— ¿Estás nerviosa?.
—Un poco... —bajó la...