—¿Qué? —Los ojos de Lenox se abrieron sorpresivamente ante la revelación de Atenea, sin esperárselo.
—Por eso estoy aquí —continuó, cortando el filete de su plato—. Realmente quiero poner fin a todo esto, Lenox; deseo irme lo antes posible.
—¿Cuándo vas a actuar? —preguntó el italiano, bebiendo de su vaso de jugo...