—Tal vez deberías—le digo y un destello de sorpresa parpadea en sus ojos. Tendría razón si supiera que la respuesta no sonaba como yo. Esta noche, sin embargo, soy quien tengo que ser.
—Entonces dame una probada, angel'skoye lichiko. —Se aleja unos centímetros y suelta mis pechos, mirándome como si quisiera...