Desde el punto de vista de Freya
Fui al ala de Omegas y entré en la habitación de Eva sin llamar. Cuando me miró, se levantó rápidamente de la cama.
—¡Freya! —dijo en voz baja algo sorprendida.
—Hola. —respondí, y luego le tendí las manos.
Se acercó y me abrazó con fuerza.
—¿Cómo estás? —le...