Por Florencia
Alejo se estaba riendo por las palabras de Sofi, pero en cuánto ella cruzó el umbral, lo tuve pegado a mí.
-Quiero estar en tu cama.
¿Será así, sentirá de verdad algo distinto por mí?
Me besó con vehemencia, una de sus manos estaba sosteniendo mi nuca y la otra estaba en...