¿Dónde Estoy?
—¡Se suelta cuando obtenemos algunas respuestas!—Él se aferra, volviéndose hacia mí con un ceño descontento que indica que está ejerciendo su dominio, y suspiro pesadamente, sabiendo que no tengo más remedio que darles algo si quiero al menos poder mover mis extremidades. No es agradable ser interrogada por dos...