Deacon
Lanzo una mirada cautelosa al doctor en la esquina, que se vuelve de un tono más pálido, su ceño se frunce, marcando su rostro con preocupación, y me lanza una mirada evasiva. Echa un vistazo a Mateo y luego regresa a mí, de repente tímido.
—No puede ser Deacon, ¿verdad? ¡Es...