Dos meses después.
Escondida, detrás de una barricada de troncos, camuflajeadas con maleza, miro a Gema que está atenta a cualquier movimiento.
—¿Crees que nos han visto? —Susurra.
Niego.
Levanto la cabeza, y miró por encima de la barricada que nos oculta. Y, puedo percibir el movimiento no muy lejos.
Me agacho y...