Mi madre rodea mi cintura con su brazo. Yo, poso el mío en su hombro mientras avanzamos hasta el salón, donde la familia está reunida.
Exceptuando el tipo Lucas.
—Buenas noches—saludo.
—Llegas tarde.
Ladeo la cabeza y miro a la persona que lo ha dicho.
—También me da gusto verte, tío Uriel.
Este me mira con...