—¿De verdad estoy haciendo esto? — susurro a nadie, mientras me pongo mis botines rojos.
Avanzo por la habitación y hago una mueca cuando diviso el cesto de la ropa sucia.
Tengo que ocuparme de eso.
Después de esta noche, tengo las próximas dos libres. Así que, podre ordenar en algo el desastre...