«En duda»
—Intenta negar todo. ¿No podrás, cierto? ¡Trepadora! Ahora entiendo muy bien por qué entraste al puesto más elevado que tiene esta empresa, maldita perra.
La puerta se abrió y esa mujer entró gritando a todo pulmón, dejando a Ángela acorralada en el escritorio.
—¡No te acerques tanto o no respondo!
—¿Qué piensas...