—¿Crees que podríamos dar un paseo? —preguntó Victoria mientras me miraba.
Sonreí y me levanté.
—Claro, si eso te hace sentir mejor.
Ella tomó mi mano y nos dirigimos hacia afuera. Victoria se aferró con fuerza mientras caminábamos, con la brisa fresca soplando en nuestro cabello.
Comencé a perderme en mis pensamientos mientras continuábamos...