Por tener la cabeza gacha, ella no noto el muy ligero sonrojo del Maxwell ni lo nerviosa de su vista. Guardaron silencio unos segundos, ninguno sabio que decir, el ambiente estaba que ardía, no se atrevían a mirarse porque sabían que apenas cruzaran miradas seria el corto circuito.
Adiós autocontrol
Tenia listos...