—¿Cómo te llamas? –pregunto el pelirrojo a la pequeña quien seguía llorando—
—Blanca –respondió la pequeña, incluso su nombre era como la nieve, con razón era tan bonita pensó el pequeño pelirrojo, por suerte él la había encontrado y no tuvo la misma suerte que él tuvo hacía tiempo.
—¿Cuántos años tienes?...