¿oí quejas?–pregunto con ojos de demonio nuevamente Emily tronando sus dedos y haciendo palidecer desde a sus hijos hasta a los hermanos rubios quienes tragaron grueso y hacer sonreír nerviosa a la hombre—
N—no–respondieron al unisonó todos los hermanos negando fuertemente con la cabeza, solo que Armand paro volviéndose a sobar...