—Lo siento, Star, no tenía idea. —Vuelve a abrazarme.
—No te preocupes, ahora ve, tu madre te espera. —Lo separé de mi volviéndome distante.
—Te llamaré cuando llegué.
—Ok.
La moto que habíamos escuchado antes, se pronuncia más cerca y era Ross, estacionándose a un lado de nosotros y no estaba para nada feliz.
—Hola...