En Columbia
El Narrador:
Charlie esa noche, después de que todos se acostaron, saltó por el balcón de la habitación de Emma. De ahí, corrió hacia la casa de huéspedes de la mansión, en la cual se hospeda, asegurándose de no ser visto por alguien.
—¡Emma, tranquila mi amor! Nadie me vio —anunció...