En Columbia
Brad:
—¡Diossss! ¡Brad, qué emoción! —Gritó Emma emocionada, levantándose de su silla y sentándose sobre mi regazo. Me llamó la atención que Charlie estaba muy serio.
—¡Es la mejor noticia que me has podido dar! Y, ¿dónde está? ¿Por qué no ha venido contigo? —Interrogó ella, abrazándome y besándome desesperada, sin...