—¡Señorita Jones, espere! ¿Adónde va? —John gritó mientras perseguía a Rocío, quien se había escapado en el momento en que se dio cuenta de quién era su futuro esposo.
—¡De vuelta a la prisión! —ella respondió mientras trataba de correr rápido con tacones altos..
—¿¡Pero por qué!? Recuerda que no puedes cambiar...