-POV DE CLEO
La lujuria pura nos poseyó y me volvió loco. En el ferviente silencio, nuestros ojos apreciaron los cuerpos del otro. Su sensualidad rezumaba de la camisa negra con una bicicleta blanca impresa en el frente que llevaba con sus músculos tensos abultados debajo. Mi boca saliva. El placer...