Izan
Entré al auto cerrando la puerta con fuerza y me quedé mirando el timón fijamente. ¿Qué era lo que había sucedido? ¿Sara estaba con el Alfa? Debía ser una broma, estaba alucinando. Una risa maniática escapó de mi boca, no podía creer que Sara había tenido el descaro de acusarme...