Días después.
Alba caminaba de un lado a otro, esperando a que Santiago llegara al apartamento para cumplir con la invitación de llevarlo a cenar.
La joven terminaba de arreglar uno de los rizos de su cabello cuando escuchó a Alex, gritar.
-¡Papi!
Alba sonrió, no pudo evitar que su corazón sucumbiera ante la...