Las palabras de Santiago conmovieron a Alba hasta la médula, sin embargo, no podía articular una sola frase, necesitaba poner en claro sus ideas, y encontrar el momento adecuado para confesar lo que sentía, esa noche habían sido demasiado emociones juntas.
-Agradezco tu sinceridad y tus buenos deseos. -Cruzó sus manos...