Perspectiva de Amelia
—Te amo, pequeña.
Cuando dijo esto, mi cuerpo se tensó. Era lo que había deseado escuchar desde el momento en que lo conocí. Y ahora que lo había dicho, no sabía qué responder.
—Xavier, yo… —balbuceé.
—Shh, pequeña. No tienes que decir nada. Solo escucha lo que tengo que decir primero...