Maskyn saca otro cigarro y lo enciende. Fuma mientras la mujer vuelve.
—Aquí está—, dice la mujer.
Maskyn mira a la chica que no es capaz de mirarlo a los ojos.
—¿Esto es una maldita broma?—, dice Maskyn exaltado.
—¿Qué hay de malo en ella, bebé?—, pregunta la mujer.
—¿La estás obligando?
—¡No! Ella ya ha...