Jack corre junto los dos hombres de seguridad y al llegar al auto y ver a Maksyn cómo está, se lleva las manos a la cabeza
—¡Dios mío!— exclama uno de seguridad
—rápido llamen a una ambulancia — ordena Jack y abre la puerta trasera, pero ver a los niños.
—hay que avisarle...