••• Punto de vista de Arabella •••
Al llegar al dormitorio, Marcos cerró la puerta detrás de nosotros y, cuando nuestras miradas se encontraron, Marcos me sonrió gentilmente.
"Arra, lo hiciste excepcionalmente bien al mostrarles que eres su Luna y que no debes menospreciarte ni faltarte el respeto", me elogió.
Me sentí feliz...